viernes, 23 de diciembre de 2016

AHORA

Hasta hace unas horas el limbo me abrazaba con pasión.
Hasta hace unas horas el silencio golpeaba mi corazón.
Pero ya no más.
La débil flama de la vela que cargaba mi alma se encendió como rayo de sol.
Y ahora enceguecida de AMOR me paso el día levitando.
Tu voz es música y tus líneas todo lo que anhela mi pasión.
Mi ADORADO CRISTIÁN... yo TE AMO
y sé que tú también me amas.
Ni la distancia... ni el tiempo y menos extrañas y oscuras presencias
apagarán nuestra LUZ.